martes, 23 de abril de 2013

ACTIVIDAD I: Análisis de un cuento



Amelia quiere un perro


  • ·         Bibliografía:


Tim Bowley y André Neves.
Amelia quiere un perro.
Kalandra Ediciones Andalucía.
2008.
Amelia wants a dog.
Para los 3-7 años, segundo ciclo de infantil, primer ciclo de primaria.

  • ·         Formato:

Tiene un aspecto neutral que por tanto puede suscitar a ambos sexos. El atractivo puede ser desde el acto de pasear al perro, como el hecho de que la niña lleve un dibujo; es decir se identifican rápidamente con la niña pues hace cosas como ellos. Además el movimiento y la expresión de la niña suscitan aventura.
El tamaño es adecuado y el formato es manejable para la edad a la que se dirige, así como las hojas y su calidad. Las esquinas son puntiagudas.
Es resistente porque las hojas son duras, la caratula es de cartón duro, pero las esquinas son puntiagudos.




Las imágenes son artísticas y no solo reflejan el espíritu de la historia sino que son capaces de llevarte más allá, inspiran aun más imaginación y además te cuentan aun mas de la historia (la niña imagina esos animales porque en realidad son sus juguetes). Por contrapartida las imágenes faciales de los personajes humanos son más duras, menos agradables.
Tiene unas letras sencilla de reconocer, un tamaño y un interlineado  adecuados (Times New Roman, 14-16).

  • ·         Contenido:


El tema principal es la astucia y las artimañas que busca y demuestra Amelia para convencer a su padre y que este la dé lo que quiere, en este caso un perro. Para ello Amelia tiene que poner a funcionar su creatividad y su imaginación y lo hace así: va pidiendo animales indomesticables, enormes o acuáticos de tal manera que pensar en tenerlos en una casa es absurdo y  su padre va dando razones más que lógicas para que entienda que lo que pide es imposible, por lo que al volver al inicio, es decir, el perro sus problemas y justificaciones iniciales han quedado obsoletas y hacen de esta una idea posible que se refuerza con la sensación de agradar a su hija.  
Toda esta picardía que usa para convencer a su padre de lo que quiere se justifica con el pensamiento divergente o lateral, búsqueda de alternativas o posibilidades creativas y diferentes para la resolución de un problema. Estas situaciones surgen habitualmente con los niños pues sus motivaciones están centradas en sus propios intereses y para conseguirlo utilizan destrezas mentales como esta.
Este tipo de pensamiento tiene en sí propio valores tales como la originalidad o la flexibilidad pues damos lugar a la existencia de varias opciones siendo estas todas válidas. Además el fomento de este hace del sujeto una persona más independiente, activa y crítica por lo que debería fomentarse y cultivarse, todo lo contrario a lo que se estila en el actual sistema educativo pues tener alumnos que se cuestionen las enseñanzas o los saberes del profesor hace a este, si no está totalmente preparado, un ser vulnerable.
Uno de los temas que más llaman la atención de los niños es el del perro, un tema lleno de interés para los niños a los que va dirigido.
Las historias de animales motivan a los niños pues con ellos satisfacen las necesidades afectivas, de contacto físico, de tener un compañero, de que este les acepte tal y como son y además les fomenta valores como la responsabilidad, empatía y respeto que finalizan con el desarrollo de una buena autoestima.
Gail F. Melson, catedrático e investigador sobre la relación entre el hombre y el animal expone en su teoría de la biofilia que existe un interés innato por la vida. Esta  hipótesis sugiere que la presencia de animales en posición de descanso o en un estado exento de agitación es un indicio de bienestar y seguridad para los humanos.
Tiene una estructura acumulativa, con un principio, un nudo que se repite y un final que recuerda el inicio, por lo que es fácil de entender y adecuado para los niños.
Los niños pueden identificarse con la niña porque el tema involucra a ambos sexos, además la niña no hace gala de su feminidad ni la manifiesta como para que el niño no se identifique con ella. En contrapartida, en ocasiones, utiliza alguna palabra que no es muy propia del vocabulario de una niña, aunque en general las expresiones y su contenido si son propios de la edad. Cierto es también que lo probable ante la negativa de un “capricho” en un niño de esta franja de edad sea una rabieta o por lo menos muestre inicialmente desagrado.
El padre es perfectamente reconocible, pues aunque su comportamiento y dedicación a su hija sean ejemplares también pierde la paciencia en algunos momentos lo que le hace ser más real.
Como valores el libro nos aporta la perseverancia, la determinación, la creatividad, la confianza en uno mismo, el poder del diálogo y el esfuerzo.

  • ·         Conclusiones:


Lo usaría para leérselo a los niños en primer lugar porque tiene mucho interés para ellos el tema de los animales, también porque pueden identificarse positivamente con el personaje y emocionarse e intrigarse al escuchar la historia y porque su final es gracioso y además les otorga un valor especial por el hecho de ser niños, algo que habitualmente se utiliza en su contra.
Después de su lectura podríamos hablar la importancia del diálogo y de cómo a través de este  podemos cambiar de ideas, solucionar problemas y llegar a entendimientos, les preguntaría que es lo que hacen ellos cuando quieren conseguir algo; también podríamos hablar de los animales, las responsabilidades que tenemos para cuidarlos, qué nos gusta de ellos, qué sabemos sobre ellos.