miércoles, 19 de junio de 2013

Reflexión Bloque I (borrador)


En este primer bloque hemos aprendido las bases fundamentales que necesitamos para poder hablar de literatura. Para ello empezamos haciendo una gran distinción entre lo que significa literatura infantil y libros infantiles de autor. A priori y con total desconocimiento, podríamos pensar que no puede existir una diferencia tal que haga que cada una tenga una agrupación y una intencionalidad diferente y que por tanto no se le puede dar el mismo uso.

Empezamos describiendo el significado de cada una de las palabras que componen libros infantiles de autor:

·         Libros: hace referencia al formato, cuento hace referencia al contenido (relato breve narrativo).

·         Infantil: se considera literatura infantil hasta los 12 años.

·         De autor: producido por alguien (uno o varios) aunque sea anónimo.

Hasta ahora dentro de esta “sección” denominada libros infantiles de autor podríamos meter muchos ejemplares, pero todo cambia cuando definimos literatura infantil. Hacemos alusión por tanto a la definición de literatura la cual se describe como una de las 8 bellas artes y por tanto su intencionalidad es meramente artística. Otro criterio que debe cumplir un libro para que sea literario es que tiene que pertenecer a uno de los tres géneros (narrativa, verso o teatro). Además usa la función del lenguaje estética o poética para provocar un efecto en el lector. Como último requisito los textos literarios tienen que ser ficción, sea fantasía o no, nunca puede ser un hecho real.

Hay textos que sólo cumplen algunos de estos criterios y se denominan paraliterarios. Normalmente no cumplen con la finalidad, haciendo libros didácticos o moralizantes y con el criterio de ficción, siendo biografías o ensayos.

Después de esta detallada descripción podemos hacer un uso mucho más adecuado en el aula de los libros que allí se puedan presentar, pues siendo conocedores de sus cualidades podemos exprimirles mejor el aprendizaje que estos nos ofrecen (uso la palabra aprendizaje extendiendo su máximo significado, pues aprender es también valorar la belleza si lo que usamos en un libro literario o bien algo en concreto como pueda ser la alimentación con un libro de paraliteratura).

También en este tema vemos un poco de la historia de la literatura para niños o mejor dicho de cómo comenzó.

La literatura popular surge en el pueblo y se desarrollan en él. Se transmitía oralmente pues la gente del pueblo era analfabeta y sus historias eran contadas por todos y para todos, es decir los niños también escuchaban y reproducían esas historias aunque no fueran ni dirigidas ni adecuadas para ellos.

El folclore en verso estaba ligado al juego y por tanto este si iba dirigido a la infancia.

En el s. XVIII se comienzan a escribir y entre este mismo siglo y el s. XIX se comienza a escribir todo. Estos textos son publicados y comprados por lo niños aunque no fueran dirigidos a ellos.

La literatura de autor comienza en la Edad Media, en esa época las personas que sabían leer eran los clérigos o personas adineradas y normalmente lo hacían en latín.

Los niños solían leer textos sagrados o textos para niños (10 años) que se llamaban ejemplarios y castigos. Estos son colecciones de parábolas y apólogos (fabulas pero con personas) y siempre encaminadas para moralizar.

A finales del XVII principios de XVIII se crea la primera librería infantil en Inglaterra, donde se publicaba abecedarios en inglés, textos ejemplarizantes. Aunque allí no se vendería literatura para niños fue el primer comienzo pues se empieza a pensar en ellos más determinadamente y por tanto es un punto clave para la historia de la literatura infantil.

En el siglo XVIII los niños se escolarizan un poco antes (7-8 años) y empiezan a nacer más colegios, también colegios para los pobres, es decir, colegios para hijos de obreros.

Antes del siglo XVIII es literatura moralizante y después se crean cosas del entorno de números, de palabras, etc.

A finales del siglo XIX principios del siglo XX, con la revolución industrial se crean máquinas que abaratan costes para hacer libros.

En España aparece una editorial que marca un punto de inflexión en la literatura infantil creada por Saturnino Calleja.

Los cuentos de Calleja son paraliteratura porque o bien son textos folclóricos o textos para educar en valores a los niños (moralizantes). Los personajes son niños estereotipados, no hablan como niños ni se comportan como niños, que no son reales y dependiendo del apodo sabías si les iba a pasar algo bueno o algo malo, es decir, calleja defiende un niño ejemplar.

Hasta esta época todos los textos se centran en lo que queremos conseguir del niño y no en lo que el niño necesita para desarrollarse adecuadamente. Parecen aprovechar bien el éxito que estos libros tienen entre los niños para que aprendieran “modales”, pues en la época la mayoría espera ansioso la publicación de una nueva historia.

El primer libro que tiene como protagonista una niña real, que se comporta como una niña y habla como tal, es Celia de Elena Fortún. Elena quiso crear libros para ellos siendo completamente innovadora en medio de una especie de despotismo en la que se escribían libros para niños pero sin contar con él. Y no sólo podemos calificarla de original y decidida, sino que independientemente de su buena intención sabía bien cumplir con su cometido pues Celia pasó de generaciones y para mí como para muchos, se convirtió en un recuerdo precioso que marcó nuestra infancia.




En los años 40 se crean historias en la radio, con sonidos, distintas voces, música etc. A esto se les llamaban seriales, que las habían para hombres, mujeres y para niños. Uno de estos episodios era Antoñita la Fantástica que luego debido a la fama pasó a formato libro y se quedó como coletilla para muchas madres y abuelas, como en mi caso que no sin saber bien quien era desde bien pequeña supe de su existencia debido a la frase de: “ hija mía, pareces Antoñita la fantástica”.

La primera serie de libros totalmente ilustrados son los libros de Mari Pepa.

Luego más tarde salieron los libros troquelados, que son libros que no son cuadrados si no que son libros con formas de la caratula.

Hasta los años 80 los libros siguen siendo moralizantes. En los años 70 nace en Italia un libro “Oliver Button es una nena” que trata el tema de los niños diferentes. A partir de aquí nace como tal la literatura para niños. En los años 90 hay un boom y se crean los álbunes de imágenes (libros con imágenes)y a partir de aquí se crean libros para pre-lectores.

También hablamos del uso de los géneros literarios en infantil, comenzando por el más usual que es la narrativa, a los niños les gusta mucho las historias y en lo que más hay escrito es en prosa debido a su evolución.

La narrativa para niños se comienza a escribir en verso en la antigua Grecia  porque tiene ritmo y así se diferenciaba de lo demás. Los textos se separaban en narrativo (historias), lírico (sentimientos) y dramático (imita la realidad).

En la Edad Media se empieza a utilizar las distintas lenguas y pautas que utilizaban los griegos. La diferencia se establece en el contenido.

En el siglo XVI la literatura se descuelga y nace la prosa. Por un lado se establece la prosa y por otro el verso (que puede ser lírico o épico), además de seguir existiendo el verso narrativo. En esta época la lírica es todavía en verso.

En el siglo XIX se empieza a hacer teatro en prosa con la corriente realista y perdiendo el ritmo que tenía cuando era en verso.

En el siglo XX tenemos el teatro en prosa, la narrativa en prosa y verso y la lírica en verso.


Cuando hablamos de teatro infantil pensamos en la infinidad de representaciones teatrales que existen pero no existen libros escritos por una evidente justificación y es que no están suficientemente desarrollados como para entender el género dramático, así que hasta segundo ciclo de primaria no se introduce.

Las representaciones teatrales son un recurso muy utilizado y muy positivo en infantil, pues la representación de una obra requiere no sólo concentración y memoria sino de habilidades mucho más interesantes como el trabajo en equipo o la autoestima y el autoconcepto y además de todo ello nos divertimos y jugamos.
La poesía ha estado siempre en la escuela, entendiendo que antes infantil se entendía como los 6 años. Pero esta poesía no tenía nada que ver con la psicología del niño. Estaban escritas por adultos y con sus sentimientos por lo que los niños no podían sentirse identificados. Gloria Fuertes viendo que las poesías para niños no eran para tales se fija en las nursery rimes inglesas para hacer sus poesías. Estas rimas tienen como características que son textos cortos, con gracias absurdas y rimas fáciles y sonoras.

Este tipo de poesía supone un cambio completo en la poesía infantil del siglo XX, pues si la poesía busca la belleza en la expresión es mucho más sencillo contemplarla y apreciarla si se entiende y te identificas con el contenido. Aunque he de añadir que como niña que leyó a Gloria fuertes debo reconocer que lo más interesante era lo divertido que resultaba lo absurdo, a día de hoy creo que puedo decir casi lo mismo.


Viendo la evolución de los géneros literarios dirigidos a la infancia apreciamos a simple vista que según vamos avanzando, vamos atendiendo más las necesidades de los niños. Por tanto ahora y solo ahora somos consecuentes con lo que hacemos, pues un recurso tan utilizado en infantil como es la literatura de la cual buscamos conseguir variopintas finalidades debe ser cuidado como se merece si deseamos obtener resultados positivos, aunque simplemente sea para reunirnos, para contemplar, para emocionarnos o solamente para pasar un rato divertido porque ¿acaso existe algo que le quite importancia a la diversión?