jueves, 4 de julio de 2013

Reflexión Bloque III

En este bloque hablamos sobre la hora del cuento, de las formas, maneras y los consejos que necesitamos para transmitir lo mejor posible las historias en el aula.
Los clasificamos en:

·         Libros de autor que son textos artísticos (sin ser calificados como literarios, como vimos en el primer bloque) y hechos para niños. Para que se puedan incluir en esta clasificación deben constar de ilustración y estas deben ser enseñadas a los niños, pues las ilustraciones también son arte.

·         Cuentos folclóricos: no son infantiles, como ya hemos comentado anteriormente, por lo que o bien entramos una adaptación que nos guste o los adaptamos nosotros. Al ser historias que en su origen se trasmitían oralmente, hasta que se recopilaron por escrito, la mejor forma de contarlos es como tradicionalmente se ha hecho, es decir, oralmente, sin leer.
Durante mi experiencia en la escuela solo pude ver libros de autor. En ningún momento aparecieron por allí cuentos folclóricos, mucho menos trasmitidos oralmente.


Hay tres estrategias para trasmitir la literatura a los niños:

·         Narración con libro: En vez de leer literatura se la contamos con nuestras palabras incluso lo inventamos según las imágenes.
Se tiene que apoyar siempre en las ilustraciones y hacer referencia de ellas mismas mientras se está narrando. También se pueden cambiar las voces (pero no para que lo entiendan mejor, si no para hacerlo más divertido e interesante).

·         Lectura: Supone reproducir literalmente, lo que está escrito en un texto, haciendo alguna excepción si el vocabulario no fuera el adecuado.
Cuando leamos textos a los niños, aparte de pretender que disfruten con la literatura, es ser un modelo de lectura, sobretodo en segundo ciclo de Educación Infantil. Ser un buen modelo es ser un buen lector, poner énfasis en la lectura, leer con un ritmo adecuado, hacer bien los signos de puntuación pero no exagerar hasta el punto de ser ridículos.
En cuanto a las voces, no deben de cambiarse a la hora de leer. Hay que elegir bien el libro porque no todos se adecúan a la edad. Los más pequeños tienen que ver ilustraciones.
Algunas buenas ideas para esta estrategia son por ejemplo escanear el libro en tamaños más grande para que lo vean mientas lees el libro original o los “padrinos de lectura” en que los niños más mayores (primaria) apadrinan niños más pequeños (infantil) y les leen cuentos.
Esta iniciativa es perfecta no sólo para iniciarse en la lectura o para perfeccionarla, dependiendo del papel que tengas, sino también porque fomenta las relaciones entre ellos, aunque he de decir que entre niños de la misma edad, de manera natural, tienen tendencia para leerles los unos a los otros, en forma de juego. Los más pequeños suelen enseñar las imágenes a los demás incluso se inventan las historias que ven en las imágenes fomentando así la creatividad.

·         El cuentacuentos: Supone relatar una historia sin apoyo visual para que se imaginen las escenas. Es la mejor estrategia para los textos folclóricos. Al no tener apoyo visual fometamos la imaginación de los niños, al ser ellos los que a través de las historias generan sus propias imágenes. Para ser un buen cuentacuentos debemos preparanos bien la historias, pues aquí no contamos con un apoyo si nos perdemos, aunque sea mucho más divertido y nos ofrezca mucha más libertad. Lo interesante es la interacción con los niños, que participen en el cuento (…” ¿y a que no sabéis lo que paso?”).
Es donde más se gesticula ya que no tenemos cuentos físicos para que se produzca empatía con los niños. Debemos conseguir una buena conexión, trasportarles a la historia.


Como ya he comentado en los bloques anteriores durante mi experiencia en la escuela solo se leían los libros que los niños traían aleatoriamente y se hacía de la siguiente manera: si daba tiempo al final de la jornada, en los últimos 10 min, la maestra se colocaba en una silla y los niños hacían corro sentados alrededor de ella, y leía el cuento de la forma más común y simple posible, leía lo escrito tal y cual venia en el libro y después enseñaba las imágenes. Todo esto a prisa y corriendo para irse a casa. A veces no terminaba las historias y en otras ocasiones solo mostraba las imágenes, pues también los libros llegaron a ser hasta enciclopedias.

Además de la hora del cuento, podemos hacer actividades con los niños, antes, durante y después de la lectura. Estas actividades están pensadas para jugar con el niño, acercarle a la literatura, hacer que se divierta pero sin pensamiento de hacer actividades a modo de comprensión lectora.

·         Antes: Debemos crearles expectativas, intriga a los niños, que tengan ganas de que les contemos la historia y para ello podemos hablarles sobre lo que trata el libro y fomentar a que se expresen sobre el tema que vamos a leer, si quieren contar alguna historia personal (en esta etapa muy frecuentemente quieren hablar sobre sus experiencias pues ellos son el centro de su mundo), haciendo así que sean protagonistas, se involucren y creen la curiosidad necesaria para que se impliquen más en la historia y disfrutando realmente. Pues la predisposición ante cualquier cosa en la vida puede marcar el rumbo de los acontecimientos.

·         Durante: En las tres estrategias debemos buscar la interactuación con los niños. En el cuentacuentos es con la que más podemos interactuar con ellos, haciendo gestos, movimientos, etc. Al no tener libro, ni soporte visual, debemos ofrecerles espectáculo. En la narración con libro también se puede interactuar con ellos, aunque en esta estrategia no es conveniente hacer gestos, ya que contamos con el aporte visual del libro o las imágenes. La lectura es la estrategia que menos permite la interactuación. Pero en todas ellas debemos tener presentes un contacto visual, mirarles a los ojos.

·         Después: Cómo ya hemos dicho anteriormente las actividades, sobre todo las de después del cuento, no son para evaluar la lectura o la comprensión de la historia, para ello ya contamos con materiales didácticos. Lo que pretendemos con estas actividades es que los niños nos cuenten cómo han vivido la experiencia literaria, que les ha parecido la historia, sí les ha gustado o no, porqué, etc.


Por lo que hasta ahora he contado sobre mi experiencia es evidente que esto no se daba pues todo era en el último momento a prisa y corriendo.
Todo lo aprendido en este bloque me parece de suma importancia. Aprender a saber dedicar el tiempo, la calma y el deleite, la preparación, etc. que merece la hora del cuento, es esencial en infantil.

Y todo esta importancia para la hora del cuento se debe a algo que tienen muy presente los niños y que en muchas ocasiones olvidados cuando crecemos, que es un gran mundo imaginario. La imaginación hace que seamos libres, que podamos ir a donde queramos, que creemos cosas nuevas, nos hace soñar y aun más nos hace pensar. Pues al imaginar los niños sienten y esto les capacita a expresarse y por tanto a crear. Con la creatividad a flor de piel, conseguimos que elementos que previamente no tenían conexión constituyan un todo, creando algo con nueva y propia identidad, pensando.



Por todo ello, será una obligación en mi futura profesión tener bien estudiada esta hora maravillosa del cuento. Gracias a este bloque he podido aprender las pautas necesarias que me llevarán a poder hacerlo posible.

1 comentario:

  1. Perfecto.
    Recuerda que es imprescindible compaginar las tres estrategias porque cada una de ellas tiene sus propios objetivos particulares aunque existan muchos comunes.

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